LEGENDARIOS. FRANZ BECKENBAUER

Beckenbauer nació el 11 de septiembre de 1945 en Munich, Alemania. En 1854 ingresó a las categorías inferiores del club SC Munich 06. En 1958 pasó a formar parte del Bayern Munich. Con este club obtuvo La Bundesliga en cuatro ocasiones, cuatro Copas de Alemania, una Recopa y tres Copas de Europa. En 1973, por primera vez un equipo alemán obtuvo una Copa de Europa.

En 1977 abandona el Bayern Munich para formar parte del club Cosmos de New York, Estados Unidos. Cumplió tres temporadas en ese club, y en 1980 retornó a su país para jugar en el Hamburgo. Finalmente en 1983 retorna al Cosmos, donde concluyó su carrera deportiva. En 1972 y 1976 recibió el Balón de Oro, que reconoce al mejor jugador de Europa.

Debutó en la selección de su país el 26 de septiembre de 1965. En ella disputó un total de 103 partidos (convirtiendo 14 goles), siendo el primer alemán en superar los 100 partidos. Participó en tres ediciones de la Copa del Mundo: Inglaterra 1966 (subcampeonato), México 1970 (tercer puesto) y Alemania 1974, (campeonato). También obtuvo con su selección la Eurocopa (el Campeonato de Selecciones Nacionales de Europa) de 1972.

Tras su retiro como futbolista, se hizo cargo de su selección nacional en 1984, dirigiéndola en dos Copas del Mundo, México 1986 e Italia 1990, obteniendo el subcampeonato en la primera, y el campeonato en la segunda.

En 1992 lo nombraron manager del club Olympique de Marsella, Francia, con el que conquistó un segundo puesto en la Copa de Europa. Luego fue presidente del Bayern Munich, cargo que combinó con el de entrenador, hasta 1998, cuando fue nombrado vicepresidente de la Federación Alemana de Fútbol, puesto en el que consiguió la organización por parte de su país, de la Copa del Mundo de 2006, siendo el presidente del Comité de Organización del mismo.

Franz Beckenbauer, apodado “El Kaiser”, por ser el conductor del juego de la selección alemana, fue un jugador fino y sutil, símbolo de la elegancia. Se inició como centrocampista, pero terminó jugando en la defensa, como líbero. Se ha convertido en un referente del fútbol mundial, sin ser goleador, ni armador del juego, por su alta calidad y dinámica. La gran clase que lo destacó en la cancha, también lo acompaña fuera de ella, ya que es un amante de los eventos culturales como las exposiciones o la ópera.